Inmobiliarios ven un buen segundo semestre
Todo hace prever que 2012 será un excelente año para el mercado inmobiliario. Actores de la industria coinciden en que el primer semestre del año fue bueno, y la apuesta es que los meses que quedan sigan por esa misma línea. “Las tasas se mantienen atractivas y hay estabilidad laboral, lo que ha hecho que las ventas crezcan fuertemente. Eso debiera seguir; al menos los números así lo muestran”, comenta el gerente de Área Inmobiliaria de Collect Gfk, Javier Varleta.
Mauricio Varela, gerente general de Negocio Inmobiliario de Empresas Socovesa, califica las condiciones macroeconómicas de Chile como extraordinariamente positivas. Por lo mismo cree que podrían volver a lograr el crecimiento de 25% en promesas que registraron en el primer semestre. “No es fácil sostener ese ritmo cuando uno lo combina con exigencias de rentabilidad alta, como las que tenemos hoy (…) No proyectamos una expansión así, pero podría repetirse, dado que las condiciones de fondo siguen siendo similares”, dice Varela.
Lo cierto es que hay espacios para crecer, sobre todo en los estratos medios y bajos de la población, que se han convertido en un nicho interesante para los desarrolladores inmobiliarios. Así lo han visto en Salfa, que además de tener entre sus empresas a Inmobiliaria Aconcagua, cuenta desde hace cerca de un año con Inmobiliaria Noval, enfocada en proyectos que se mueven entre las 700 y las 1.100 UF. Pablo Droguett, gerente comercial de Aconcagua, cree que justamente este segmento va a tomar más fuerza en la segunda mitad de 2012. “Todas las políticas gubernamentales de subsidios han generado una demanda y una expectativa muy fuerte sobre estos productos”, indica.
Ruidos en el ambiente
Una de las señales que dan cuenta del buen momento inmobiliario actual es el nivel de ventas en verde con el que se trabaja en el mercado: la gran mayoría no sobrepasa el 15%. Sin embargo, el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) llama a la cautela con este indicador. “En los tiempos de crisis, la mayor parte de la venta era de productos terminados, pero hoy la venta generalizada es en verde. Eso muestra la solidez del momento, pero es una moneda con dos caras, pues hay mayor riesgo”, señala.
En ese sentido, la ADI es partidaria de que las empresas aumenten las exigencias de ahorro previo a la hora de firmar las promesas. “Así, la persona tiene más posibilidades de cerrar la operación, aunque varíen un poco las condiciones macroeconómicas. Si es menos de un 10% de pie, la operación queda bastante débil ante un eventual cambio”, dice Domínguez.
Por ahora, la principal amenaza la presentan Europa y China. Así lo cree Cristián Armas, gerente general corporativo de Empresas Armas: “Son variables que meten ruido. Hay que acordarse de que las personas compran vivienda proyectando que van a tener empleo, entonces si el ruido en estas zonas se pone muy fuerte, la gente se empieza a asustar”, señala.
Las crisis de las principales potencias también podrían afectar las políticas de riesgo de los bancos que operan a nivel local, advierte Pablo Droguett. “Si hay menos estabilidad, se van a ver afectadas las entidades crediticias que buscan fondos en el extranjero. Y si les cuesta conseguir esos recursos, van a restringir su capacidad de préstamos en el mercado nacional”.
Mauricio Varela coincide con este diagnóstico y asegura que ésa es la principal amenaza para la industria inmobiliaria. “Lo que más nos podría afectar sería por la vía financiera; es decir, que el escenario externo genere presión en el sistema que lleve a aumentar las exigencias para contraer créditos hipotecarios”, agrega el ejecutivo.
Para Javier Varleta, de Collect GfK, el problema radica en que el mercado inmobiliario reacciona fuertemente ante los acontecimientos internacionales, los que ocurren de un día para otro.
En esa misma línea, el gerente general de Besalco, Paulo Bezanilla, cree que es muy difícil hacer predicciones. De todas formas, las principales inmobiliarias del país miran con optimismo este fin de año y tienen claro cómo capitalizar este buen momento. Besalco va a desarrollar cinco proyectos habitacionales en lo que queda de 2012, con una inversión total de 5,4 millones de UF.
Socovesa tiene presupuestado lanzar 32 proyectos, con una venta potencial de nueve millones de UF y una inversión en obras de 5,4 millones de UF. En tanto, Armas tiene en carpeta 10 proyectos para este segundo semestre, con lo que quiere cerrar un 2012 con ventas sobre las 3,5 millones de UF. Aconcagua, por su lado, lanzará 10 proyectos para alcanzar un 10% de participación de mercado en2013.
Recuadro:
LAS PRINCIPALES INMOBILIARIAS DEL PAÍS MIRAN CON OPTIMISMO ESTE FIN DE AÑO Y TIENEN PREVISTO EL LANZAMIENTO DE NUEVOS PROYECTOS HABITACIONALES.